Casa de pueblo que conserva la decoración y elementos originales de los años 60 y 70: suelo hidráulico, papel pintado, ventanas de madera, techos con vigas vistas… La vivienda tiene unas superficie de 1.400 mts distribuida en dos plantas y un precioso patio con columnas con su suelo original de principios del siglo XIX. Las habitaciones son amplias y están decoradas con muebles de madera. Una localización perfecta para evocar, por sus exteriores y el patio, escenas del siglo XVII, como otras de los años 60 y 70, gracias a  la conservación del mobiliario, ventanas y puertas caracteristicas de esos años.